Echarnos de menos un poco, para que a la hora de volvernos a ver después de un tiempo fuese mejor(más intenso). No hacernos regalos materiales, sino demostrarnos lo que sentimos cada día de forma más especial; canciones que nos recuerden momentos, poemas que claven lo que sentimos, visitas sorpresa en la puerta del instituto...
No caer en la monotonía, tener siempre cosas que decirnos, por tontas que sean. Y si caemos en el silencio, que con una mirada, caricia o beso nos lo digamos todo.Estar ahí cuando el otro lo necesita, hacer todo lo posible por que sonría, porque la felicidad del otro es lo más importante.
Recordar cosas que sólo nosotros sabemos y que el resto del mundo no lo entienda. Que los dos ganemos en las revoluciones de nuestros cuerpos. Tocar el piano en nuestras costillas. Pieles erizadas y dedos haciendo slalom por el cuerpo.Ser cíclopes. Locuras y amor.
Decirnos cosas en susurros, porque como dice Escandar, lo importante sólo se puede decir en voz baja.
Pero otras muchas veces nos gusta gritarlas por todo el mundo.
Te lo digo en el formato que quieras: eres lo mejor que me ha pasado en la vida. Y te amo, te amo, ¡TE AMO!
Y esto... sólo podríamos hacerlo nosotros. Y nosotros también es un sí que no acaba nunca.
...y todos los meses son noviembre.