Hoy, no se el porqué, me he acordado de aquel día de diciembre del 2009 en el que paseando por la capital de España, Madrid, me sentí como un niño, que raro en mi ¡eh! Fue un día raro porque fue completo.
Empezó con parada en el centro de Madrid, fuimos a una plaza (cuyo nombre no me acuerdo) y compramos unos sombreros algo llamativos. Fui con un gorro navideño atípico donde los haya por toda la gran vía, ¡ Con lo vergonzoso que soy yo! Me acuerdo también que comimos calamares y bravas y nos sobro un poco y se lo dimos a un mendigo. Recuerdo que te dio un susto aquel hombre que estaba disfrazado esperando a que le echáramos una moneda. Parada en el starbucks y batido de chocolate. Y que hablar de aquel "mago" me dejo sin palabras... Y me santigüé, yo ateo pisando una Iglesia y santiguandome. Todo eso solo lo podías conseguir tú.
Quizás ese día ha sido desde hace muchísimo tiempo el día que más espíritu navideño he tenido... Echo de menos el retiro pero sé que no podría volver a pisarlo si no es contigo. Te extraño y aunque me vayan bien las cosas y no tenga anécdotas que contarte para aburrirte al teléfono te sigo necesitando. Porque todo puede ir bien, pero nada va bien si te echo a faltar.
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